Por Franklin Gómez
¿Imagínate si dependiéramos de las personas cisgénero para validar cualquier cosa sobre nosotres?
Este fue un tweet realizado por Indya Moore, actriz y activista por los derechos trans y de las personas afrodescendientes. Esto me puso a reflexionar acerca de cómo hoy en día las personas LGBTIQ+ vivimos nuestras identidades, a pesar de cómo nos perciben las demás personas, por supuesto, esto en el caso de quienes tenemos el privilegio de estar en un entorno lo suficientemente seguro como para expresarnos.
Mucho se dice de como nosotres buscamos aceptación, pero esto me lleva a hacer varias preguntas: ¿Por qué tienen que aceptarnos o no? Porque justamente que se nos acepte, implica que las personas cis y hetero – que son las personas ‘’normales’’- deban evaluar dentro de sus esquemas qué aceptan de nosotres y eso se vincula mucho a esta narrativa de que las personas de la diversidad somos ‘’el otro’’.
¿Se imaginan un mundo en el que nosotres tengamos ‘’el poder’’ de aceptar a las personas heterosexuales?
Pongámoslo de esta forma: ¿Se imaginan un mundo en el que nosotres tengamos ‘’el poder’’ de aceptar a las personas heterosexuales? Es difícil imaginar, puede que se nos escape una risa, porque parece tan imposible que se siente como algo tonto o como un chiste, porque hemos sido socializades para sentirnos como si necesitáramos tal validación sólo por ser disidentes en cuanto a la sexualidad y al género impuestos como lo ‘’normal’’ y ‘’natural’.
Dominique Jackson, también actriz y activista trans, quien ha trabajo junto a Moore en la serie Pose, en su discurso para Human Rights Campaign dijo “…No es sobre decirle a alguien “yo te acepto” o “te tolero”, ustedes no tienen ese poder, yo lo tomaré y ustedes me respetarán’’. Y para mí, estas palabras son sumamente claves para continuar nuestra lucha.
En los últimos años hemos asumido y reivindicado nuestros cuerpos, nos hemos dado cuenta de que cada día que nos levantamos, cada día de existencia es un día más de lucha para hacerle saber a todo este mundo que se nos impone que estamos aquí y que seguiremos resistiendo.
Y nuestra existencia por tal no está en discusión, no es algo de lo que las personas deberían opinar ¿Por qué creen tener ese derecho?, ¿por qué creen tener ese poder sobre nosotres?
Ya no basta con que nos digan que nos toleran o que nos aceptan, queremos nuestros derechos
Ya no basta con que nos digan que nos toleran o que nos aceptan, queremos nuestros derechos y vamos a pelear por ellos y a todas las personas que sean aliadas o que no son de la comunidad, nosotres no somos su tema de conversación, nuestros cuerpos no están para ser medidos en base a sus parámetros ni nuestras identidades a merced de su interpretación o cosmovisión.
Nuestros derechos no están a consideración y seguiremos luchando para que sean respetados.
Franklin Gómez – Investigador Social.
Nosotros (no nosotres, que defiendas el lenguaje, o la lenguaja) vivimos en un mundo donde somos minoría. En democracia (si lo que se busca es democracia y no tiranía de una parte) debemos ganarnos el favor de la minoría.
Ese favor no se gana si le dices a la mayoría que sus valores, cosmovisión u opiniones no importan. Lamentablemente, para lograr que no nos vean como seres antisociales (en el sentido de ir contra lo socialmente aceptable) debemos bajar un poco la guardia y enfocarnos en nuestras similitudes y no nuestras diferencias.
Una sociedad tradicionalista (muy hipócrita, por cierto… Pero mayoritaria) no aceptará que le impongamos un estilo de vida y una visión de los LGBT europeos, a menos que demostremos que podemos convivir siendo quienes somos aceptando algunos valores de la misma.
Ya habrá tiempo para, en pocas generaciones, se normalice nuestro estilo de vida.
Los avances en temas tan neurálgicos, para que sean permanentes, no son ni serán impuestos en un lapso corto de tiempo… Ni serán, jamás, contra la voluntad mayoritaria.
Fe de erratas: debe decir “deformas el lenguaje”, no “defiendas”.