Por Lewis Taveras
Mamá, papá…Soy gay.
Mucho se habla del rechazo familiar al momento de salir del closet y poco es lo que se dice de ese cóctel de emociones que puede sentir la familia al recibir una noticia que, dentro de las normas aprendidas, no es algo “normal”. Salir del closet representa un duelo para todas las personas involucradas; tanto para quien decide salir, como para la familia que no espera esto o muchas veces no está preparada para aceptarlo. Es ahí donde empieza el duelo.
¿Y qué es un duelo? Se conoce como duelo el proceso de reajuste emocional y psicológico frente a una pérdida real o simbólica. No lo digo yo, lo dice la psicóloga Karem González. Partiendo de esto, podemos decir que, cuando salimos del closet a nivel personal y familiar comienzan a surgir una serie de cambios que traen consigo estos reajustes emocionales. Y quizás ustedes se preguntarán ¿Esto en qué afecta a mami y papi? La verdad es que afecta más de lo que se cree. Para nuestros padres y nuestras madres, representamos una extensión de ellos, de sus vidas, de sus sueños. Aspectos que pueden ir desde si estudiarás en un colegio bilingüe o uno que fomente las ciencias, si te gustarán las artes o los deportes, que te casarás, tendrás una familia, luego los nietos o nietas hasta un sinfín de cosas, dentro de sus creencias, pueden perderse por el hecho de tu orientación sexual o al menos eso es lo que creen.
¿Se justifica entonces el maltrato y rechazo familiar que recibe la comunidad LGBTQ+?
El objetivo de este artículo no es que digamos “Ay pobre, su hijo le salió pájaro o su hija le salió pájara”, pero sí busca que quienes leamos esto seamos empáticos con ambas caras de la moneda, porque cada duelo es un proceso único y se vive de formas diferentes, debemos entender que nuestra familia arrastra una serie de creencias y lealtades invisibles que pueden venir de una educación machista o sencillamente DESINFORMACIÓN. Y es que vamo’ a ta’ claros, socialmente a ningún padre o madre se le prepara para entender que su hijo o su hija va a amar a otra persona de su mismo sexo, sino que, dentro de una sociedad heteronormada, lo “obvio y lógico” es ser heterosexual y punto pelota.
¿Vamos bien hasta aquí? ¿Se está entendiendo?
Si tu respuesta fue afirmativa, lo que verás a continuación te pondrá las cosas aún más claras y si tu respuesta fue no…TAMBIÉN.
Después de leer todo lo anterior, aún puede resonar esta pregunta: Ta’ bien que debemos apelar a la empatía, pero ¿Por qué representa un duelo para muchos padres y madres saber que su hijo o su hija es homosexual?
“Los duelos pueden ser tanto reales como simbólicos. Perder duele. Cuando se rompe una ilusión, un proyecto, algo que te da esperanza, duele. Con los padres sucede que la orientación sexual de sus hijos o hijas, les rompe la fantasía de familia feliz, convencional y perfecta que posiblemente perseguían. Algunos padres lo podrán ver como una traición, como una humillación o un castigo, y como tal harán un duelo. Muere la imagen del hijo ideal”, así lo expresa la psicóloga especialista en duelo, Karem González.
“El corazón de la auyama sólo lo conoce el cuchillo” Eso dice mi mamá, haciendo referencia a que no sabemos cuáles situaciones, problemas y emociones tienen las demás personas y tiene toda la razón, pero podemos decir lo siguiente:
Evadir el dolor es lo que lleva al sufrimiento. Los duelos se originan desde la base de la aceptación de la nueva realidad. Llevar un duelo es vivirlo, poder ir transitando por las emociones derivadas de la perdida, el dolor, la tristeza, la vergüenza, la culpa y hasta asco. Se debe mantener un equilibrio entre la gestión de las emociones, y el mantener un mínimo de funcionamiento diario. Aceptar para avanzar.
NOTA: Aplica para todas las partes involucradas.
Y recuerda, quizás ahora tu familia no está preparada para asumir estos cambios, quizá después sí o talvez no, quizá nunca lo entiendan, pero tu individualidad, tus valores, tu esencia no cambia porque tengas una orientación sexual diferente a la que tu familia esperaba. Cada uno es libre de aceptar su realidad para poder avanzar y crecer.
Gracias a Karem González por su ayuda con este artículo.
