Por José Rodríguez
Colorido, escandaloso, fuerte, divertido y muy irreverente podrían ser algunas de las palabras que escojas para describir el desfile del Orgullo cuando lo ves por primera vez. Además de una reivindicación política, es también una celebración de nuestras identidades y nuestros colores que nos permitimos mostrar en todo su esplendor una vez al año.
Lo conmemoramos todo el mes de junio por un evento crucial que sucedió el 28 de ese mes de 1969. En esa época era común que las personas queer encontraran refugio y comunidad en lugares como bares y clubes nocturnos, en donde sentían que podían ser quienes eran sin peligro. Con mucha frecuencia la policía les acosaba y les extorsionaba. Hacían muchas redadas con el propósito de quitarles dinero y obligar a les trabajadores sexuales a practicarles sexo sin remuneración. Todo cambió ese día en un bar llamado Stonewall Inn, en Nueva York, que la comunidad dijo “no más” y empezó una revuelta, una revolución, una protesta violenta que la policía no pudo contener. Esa fue la chispa que encendió el fuego de la lucha por la liberación queer. Ya los movimientos y el activismo LGBTIQ+ empezaron a tomar forma, estructura y a organizarse mejor con caras reconocidas dentro de la comunidad, como la de Marsha P. Johnson y Silvia Rivera, ambas mujeres trans.
El Orgullo en la República Dominicana tiene su historia. Tal vez no tan dramática como la de Stonewall, pero igual de importante y trascendental para nosotres, les pájares dominicanes. A lo largo de la historia local se pueden leer, escuchar y sentir pequeños vestigios de resistencia por parte de personas queer. Hay anécdotas que datan de los tiempos de la dictadura de Trujillo. Para el año 1989 se incorpora la primera organización abiertamente de homosexuales en el país, Amigos Siempre Amigos (ASA), la cual ayudaba a concientizar sobre el VIH/SIDA, que estaba en su pico en ese tiempo. También hacían recolectas para realizar funerales y entierros dignos para las personas de la comunidad que morían por esa terrible enfermedad, pues muchas veces eran abandonades y sus cuerpos sus familias no los reclamaban.
El desfile de Orgullo en RD ha venido evolucionando desde la primera vez que se realizó, con poca participación al principio y con mucha oposición, muy diferente a lo que es hoy en día. A continuación, te muestro una breve línea temporal de cómo se ha venido haciendo desde sus inicios.
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