Una de las cosas que más me llama la atención de las personas que argumentan en contra del matrimonio igualitario es que dicen que defienden a la familia “tradicional”. Lo que ellos definen como tal es la familia nuclear conformada por el padre, la madre y los hijos e hijas.
Lo irónico es que en la Biblia, el libro que utilizan como referencia para esta definición, el modelo de familia que se menciona frecuentemente está conformado por un papá, 7 mamás y 25 hijos/as, aquí ejemplos específicos de poligamia en la Biblia:
- Génesis 16:1-4
- Génesis 29:18-24
- 1 Samuel enumera todas las esposas que tuvo David y muchos ejemplos más.
A lo largo de todo el libro se ve cómo esta norma cambió y se adaptó según las circunstancias socio-culturales del momento, dando evidencia de que la familia no es una institución estática, sino que cambia y evoluciona.
El concepto de familia nuclear empezó a forjarse con la era de la industrialización, la cual se dio paso con el inicio de la Revolución Industrial. En la sociedad preindustrial el modelo familiar común era la familia extendida conformada por los padres, abuelos/as, tíos/as, parientes en general que convivían en una misma estructura y se daban apoyo económico, moral, etc y el hogar constituía la unida básica de producción para el sustento de sus miembros.
Con la industrialización y el crecimiento de la economía en torno a las grandes ciudades, las personas que vivían en los campos empezaron a emigrar a lugares sobrepoblados donde solo cabían una pareja con sus hijos. Este modelo se extendió pronto a todos los países industrializados con economías dinamizadas por este sistema. Con esto, hay países en los que el concepto de familia nuclear no tiene más de 200 años de implementado.
Hay diferentes tipos de familias, además de la nuclear están las madres y padres solteros, las que son con dos mamás o dos papás, la abuela con sus nietos, el tío criando a sus sobrinos, la familia que uno mismo escoge, entre otras. Todas, absolutamente TODAS son válidas y deben tener el amparo del Estado y la sociedad en general.
Considero un ejercicio fútil el citar la biblia para argumentar en contra los cristianos homofóbicos: ellos la retuercen en su mente de forma que encajen con su discurso de odio de turno…. No es que no lo sepan, es que no les importa… No les importan los derechos humanos ni las personas, les importa que las cosas se queden como están y con eso son felices.
Siguendo tu misma línea, por lo mismo que dices de que no les importa nada, ni los derechos ni las personas, todo con ellos entonces es un ejercicio [fútil] y no por eso se deba dejar de argumentar y defender en contra de sus prejuicios.